domingo, 15 de julio de 2012

EN TERRITORIO ENEMIGO





Hace unos años ni podía imaginarme decir que me estoy acostumbrando a ver a la selección española de fútbol ganar finales de las competiciones más importante como el mundial o la eurocopa, pero es así. Sin embargo esta pasada eurocopa ha sido diferente por vivirla fuera de España.

Ya he contado alguna vez que este es un país un poco prepotente en algunos aspectos, pero en el fútbol creo que es donde más. La gran mayoría de los alemanes con los que he podido hablar durante el campeonato estaban bastante seguros de que Alemania ganaría la eurocopa. Parte de la culpa de tanta euforia la tiene la prensa de local que desde el primer momento los trataban como favoritos (sin olvidar la amenaza de España). Y después de que España empatara en primer partido con Italia, la euforia y la confianza llegaron al máximo.

No hay que negarles que el ambiente de apoyo a la selección alemana es total. Banderas en muchos balcones, coches adornados con los colores alemanes (como se ve en las fotos), los bares todos llenos de banderitas alemanas tanto dentro como en las terrazas (sí aquí también hay terrazas). Y a pesar de toda esa euforia el ambiente de respeto a gente que sigue a otras selecciones es total. Se puede ir por la calle con la camiseta de otra selección sin problemas, incluso si es una selección que ha eliminado a Alemania. Nadie te va a decir nada por lucir los colores de España, Italia, Grecia, etc. De eso tenemos que aprender.

Cuando perdieron con Italia se llevaron un gran chasco. Nunca lo habrían imaginado. Estaban seguros de que pasarían, que se enfrentarían a España en la final y le ganarían. Pero eso no pasó. Se quedaron en semifinales. Fue un baño de humildad del que sé que no han aprendido nada, ya que incluso después de la final me encontré a alemanes que decían que si hubieran llegado a la final habrían ganado a España. Eso es ser poco realista. También me encontré con quien reconoció que España fue mejor (suerte que hay gente con Jens).

Lo cierto es que España ganó. Lo hizo con claridad. Y nos guste más o menos el equipo o el juego que hicieron este año, son (somos) los justos vencedores. Para mi fue una victoria que sabe mucho mejor estando fuera de casa. Lástima que por ser todavía tan pequeño no pude disfrutarla con el pequeñín, pero espero que haya alguna más que podamos celebrar juntos.

domingo, 10 de junio de 2012

ESPAÑA ES HARTZ IV


Imagino que a esas alturas todo el mundo ha oído al Sr. de Guindos y al Sr. Rajoy decir que de rescate nada de nada, que es un apoyo financiero; y no ha sido a España, este apoyo es para los bancos que son los que están para el arrastre. 
Yo también les he oído decirlo, pero entonces se me ocurre encender la televisión y poner las noticias alemanas, y resulta que lo que oigo es algo distinto a lo que dicen desde el gobierno de España. Lo que dicen todos los noticiarios de la prensa audiovisual y escrita alemana es que ESPAÑA HA ACUDIDO AL RESCATE FINANCIERO. Y para ratificarlo aparece el ministro de finanzas alemán (Wolfgang Schäuble) y dice a las claras que el dinero se le da a España y no a los bancos


Resumiendo, que los bancos necesitan dinero para no ir a la quiebra, España no tiene dinero para prestárselo a los bancos y entonces el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (con dinero público) le van a prestar ese dinero a España (100.000 millones de euros) para que España se lo preste a los bancos. Y así, lo bancos tendrán su dinero pero será España, y con eso entiéndase todos los ciudadanos españoles, lo que tenemos que responder por ese préstamo del BCE y el FMI. 


Negocio redondo para los bancos y que nos lo quieren pintar como la salvación para España a precio de saldo.


A partir de ahora España pasará a ser poco más que un Hartz IV de Alemania y demás países que han contribuido de forma mayoritaria al rescate, y que como es lógico van a querer recuperarlo. ¿Qué es un Hartz IV? Pues es la gente que se acoge al programa de último recurso alemán. Es poco más o menos que personas que no tienen nada y piden un rescate a su gobierno (el alemán). A estas personas se les paga lo que se considera báscio: la casa (con superficie dependiendo de cuánta gente esté en el núcleo familiar), electricidad y calefacción, televisión, internet, transporte público, etc., y además le dan un subsidio de 380 euros más 220 euros por hijo. Alguno dirán que es un chollo, pero antes de que te lo den tienes que demostrar que no tienes ningún otro recurso antes, y que no posees absolutamente nada. Si tienes alguna pertenencia tendrás que venderla y vivir de eso antes de que te concedan el Hartz IV. Una vez que lo conceden hacen visitas periódicas a los beneficiarios para ver que no tienen ningún ingreso extra y que están empleando el dinero para lo que se supone que es, sobrevivir. 


Esta gente muy difícilmente va a salir de ese agujero con las condiciones tan estrictas que se les imponen. Eso es justo lo que está pasando con los países ya rescatados, como Grecia y Portugal, y espero equivocarme, pero es lo que puede pasar con España. 


Después de una de las decisiones más importantes que ha tenido que tomar España en los últimos años y que puede condicionar el futuro a corto y medio plazo, nadie ha salido para dar explicaciones y poner negro sobre blanco. En estos casos uno espera que el presidente sea quien sea, explique a todo el mundo qué se ha pedido, por qué se ha pedido, y qué conllevará exactamente. Por que no nos olvidemos que lo que están haciendo es poner en riesgo los bienes, el dinero y el bienestar de todos. 
Tendiendo en cuenta qué tipo de gente está en política y sus costumbres a la hora de decir la verdad, no sé si valdría la pena. Pero al menos sería un gesto que no haría parecer cobardes a los responsables.


Después de esto sólo puedo decir que Dios nos pille confesados.

jueves, 7 de junio de 2012

LA CATEDRAL DE COLONIA. KÖLNER DOM



Si hay algo que identifique a la ciudad de Colonia, eso es sin duda su catedral. La catedral es a Colonia lo que la torre Eiffel es a París, o la Mezquita es a Córdoba. Se ha convertido en el emblema de la ciudad y casi no hay cartel de cualquier evento o logotipo de empresa que no lleve de alguna manera la silueta de las dos torres catedral. Y ni que decir tiene que los coloneses están más que orgullosos de tenerla en su ciudad

Es la atracción turística número 1 de Colonia y además está entre los tres destinos turísticos más visitados de Alemania. Fue lo primero que visitamos cuando llegamos aquí y también es parada obligada cada vez que viene alguien a visitarnos. 
Tiene una situación privilegiada dentro de la cuidad, a orillas del Rin, justo al lado de la estación principal de tren y rodeada de la principal zona de compras  de Colonia.

Hay varias cosas que hacen única a la catedral de Colonia, pero lo que más impresiona es su altura, 157 metros de catedral gótica que la hicieron durante mucho tiempo el monumento más alto del mundo hasta que en 1884 se terminó el monumento a Washington (170 metros). 

Otra curiosidad de la catedral es que alberga el relicario con los restos de los tres Reyes Magos. Como se puede ver en la foto debajo, es un sarcófago triple, dorado y muy decorado que se encuentra en el altar mayor de la catedral.


Son también famosas las imágenes de la catedral después de los intensos bombardeos que sufrió la cuidad durante la segunda guerra mundial. Algunos que milagrosamente fue lo único que se salvó de ser destruido por las bombas aliadas, aunque yo personalmente pienso que fue hecho a propósito y que si no la destruyeron fue porque había órdenes de no hacerlo.


Aunque es mucho más espectacular por fuera que por dentro, merece la pena entrar a visitarla (además es gratis) para ver las espectaculares vidrieras que le dan luz.


Desde el punto de vista turístico también es posible subir a una de las torres donde se tienen unas vistas espectaculares de la cuidad. Eso sí, aviso que hay que subir andando, son más de 500 escalones (y nada cómodos) y cuesta 3 euros subir.


Nosotros pasamos de vez en cuando por la puerta de la catedral y cada vez que paso me sigue impresionando. 

martes, 15 de mayo de 2012

NACH SPANISCHER ART



Una vez al año encontramos en nuestro supermercado de cabecera (Aldi) la "semana española". Esos días se pueden encontrar productos que normalmente no encontramos y que me recuerdan un poco a los sabores de casa.

Ayer fuimos a hacer unas pequeñas compras y nos encontramos con la sorpresa. Al final compramos más de lo que teníamos pensado, pero había que aprovechar porque sólo es una vez al año. En la primera foto podéis ver algunas de las cosas españolas que venden estos días: salchichón, calamares rebozados, aceitunas rellenas de anchoa, aceite de oliva, mojo verde y picón, y magdalenas. Además también vimos jamón, fuet, chorizo, sangría, patatas bravas, atún, ajos en conserva,...

La calidad de los productos no es nada del otro mundo, para haceos una idea venden jamón deshuesado como "jamón gran reserva". Además también cometen los típicos errores de poner cosas mexicanas como si fueran españolas. En la segunda foto se puede ver el envase de unas tortillas de trigo típicas mexicanas, e incluso tienen la foto de unos mariachis y al lado se puede leer "Feines nach spanischer Art" (al estilo español).

A pesar de esto es una alegría poder comprar ese tipo de productos cerca de casa. Y ahora a comer esos calamares con unas aceitunitas ¿gustáis?

domingo, 13 de mayo de 2012

EL "MILAGRO" ALEMÁN

Oficina de empleo

Parece que hoy Alemania es el ejemplo para cualquier país que esté en crisis y quiera recuperarse, ¿os suena alguno?. Parece que los alemanes hacen tan bien las cosas que han podido levantar su economía y llevarla a niveles que son la envidia de sus vecinos europeos. Estos alemanes, tan ordenados, tan eficientes, tan trabajadores ellos, ¿quién si no hubiera podido lograr algo así? 

Pero veamos qué es y cómo se llegó al (tachán, tachán,...) "El milagro alemán II" (el primer milagro económico fue después de la segunda guerra mundial) o "Wirtschaftswunder zwei" que dirían los autóctonos.
Los primeros años del siglo XXI no fueron buenos económicamente para los alemanes. A finales de 2001 la economía alemana estaba al borde de la recesión, en 2003 la economía cayó un 0,1 % y tenía un déficit del 4 %, incumpliendo por segundo año consecutivo el límite fijado por la Unión Europea que era del 3 %. Todo esto se tradujo en una subida del paro que en abril de 2005 llegó a su punto más alto con un 11,5 %. Pero entonces el canciller de la época Gerhard Schröder aconsejado por Peter Hartz emprendió una reforma profunda del mercado laboral alemán y crearon los "mini-jobs", que traducido al castellano más clásico sería "trabajos de mierda". Son trabajos a tiempo parcial cuya remuneración no sobre pasa los 400 euros.
Además crearon el programa Hartz IV para la gente sin recursos, de manera que si demuestras que no tienes nada, el gobierno te paga el alquiler de un piso (cuya superficie aumenta a medida que aumenta el número de personas de la familia) y la calefacción, así como otras cosas para tener una vida digna, y además te da una asignación mensual. Con esto uno puede sobrevivir, sólo eso, sobrevivir sin lujos. Pero como digo tienes que demostrar que no tienes nada, si tienes algo, lo que sea, un coche, una moto, un pequeño terreno..., tienes que venderlo y vivir de eso antes de que se te conceda la ayuda.

Las personas acogidas al programa Hartz IV no trabajan pero tampoco computan como desempleados, si contaran el desempleo en Alemania llegaría al 15 % (la cifra oficial es ahora un 5,6 %). Si a estos le sumamos los 7,4 millones de personas que trabajan en un minijob que no les permite tener una economía solvente, llegamos a la situación actual en la que en Alemania hay ciudadanos de primera y de segunda según su nivel económico, y la brecha de separación entre ambos cada vez es más grande.

Cuando pensemos en la situación económica alemana pensemos también en esto, porque en eso se ha basado su recuperación. Quizás no sea tan buena idea querer parecernos a ellos.

sábado, 5 de mayo de 2012

DE TURISMO EN COLONIA







En este tiempo que hemos estado ausentes del blog no han dejado de pasar cosas en Colonia, una de las que más nos han gustado fue la visita de Rafa y Aurora.

Fue allá por el mes de enero, justo después de nuestras "vacaciones" de navidad. Aunque enero no es el mes ideal para visitar Colonia, tuvimos suerte ya que el tiempo no se portó mal del todo. Hubo un poco de lluvia y algo de frío, pero en general pudimos hacer un tour turístico por la cuidad. 

A pesar de llevar aquí ya un tiempo respetable todavía había varias cosas de Colonia que no habíamos hecho o visitado. La más típica es subir los 500 y pico escalones que separan el suelo de la zona visitable más alta de la Catedral. Cuesta 3 euros subir. Cuando pagamos ya me pareció que el señor de la taquilla nos miró con cara de ¿de verdad queréis subir?, no tardamos mucho en darnos cuenta de por qué. Como ya he dicho son más de 500 escalones de piedra en una escaleras de caracol bastante estrechas, por lo que al cansancio de subir y subir hay que sumar el mareo de ir subiendo en círculos. Pero creo que es algo que merece la pena hacer cuando se viene a Colonia, además las vistas que se tienen desde arriba son espectaculares.

Completamos el tour con un paseo por la ribera del Rin (incluyendo el puente Hohenzollern, donde los enamorados ponen un candado con sus nombres y tiran la llave al río) y por el altstadt (casco viejo), una visita al museo del chocolate y al antiguo cuartel general de la Gestapo (EL-DE Hause) en Colonia, y una vuelta por la schildergasse (zona comercial).

Siempre es muy agradable estar con amigos a los que no vemos tan a menudo como nos gustaría, y además hacer de turista en Colonia también es interesante. Estamos deseando repetir la experiencia.

jueves, 12 de abril de 2012

VOLVER


El título de este post tiene un doble sentido. Primero vuelvo a publicar después de mucho tiempo sin hacerlo. Ahora con el pequeño de la familia no es tan fácil encontrar un rato de tranquilidad para escribir. Mantener un blog requiere tiempo y no es tan fácil (como bien dice mi buen amigo Rafael). Pero tengo el firme propósito de volver poco a poco a contaros los olores de Colonia.

Pero me voy a centrar en el segundo sentido del título. Para ello retrotraigámonos a agosto de 2009, es entonces cuando solicito un contrato "Marie Curie" para trabajar dos años como investigador en un país de la Unión Europea, que en diciembre de ese mismo año resulta concedido. La idea estaba clara, nos vamos dos o tres años y volvemos habiendo matado varios pájaros de un tiro, primero hago una estancia en el extranjero que es casi obligatorio si quieres hacer carrera científica en España, segundo vivimos la experiencia de conocer y adaptarnos a otras costumbres, tercero mejoramos nuestro nivel de idiomas, y cuarto durante ese tiempo le damos esquinazo a una crisis que por aquella época ya teníamos encima. 
Antes de venir nunca nos habíamos planteado un plazo máximo de estar aquí, sin embargo si algo teníamos claro es que en un tiempo prudencial queríamos volver. Sin embargo, ese deseo de volver y hacer vida en España se está topando de frente con las noticias económicas que nos llegan y que seguimos con mucho interés.

Por desgracia España nunca ha sido un país que apueste por la investigación, quizás por eso estamos como estamos y otros están como están. Cuando la palabra recorte no se oía tanto en los telediarios, para los que trabajamos en investigación era una realidad desde hace varios años. Recortes en el dinero para proyectos de investigación, recorte en las becas para realizar tesis doctorales, recortes en las ayudas para hacer estancias fueras de España, recortes en los contratos postdoctorales. 
Ahora que los recortes están generalizados la investigación se ha llevado un buen batacazo. Un 34 % de reducción directa a programas de investigación, más de un tercio del ya de por sí poco dinero que se invertía en ese campo. Eso se traduce en dar la puntilla a la investigación en España, y para nosotros supone que el volver esté muy complicado.

Todavía nos queda más de un año (como mínimo) aquí, y tenemos tiempo de sopesar las posibilidades, pero a día de hoy, y con mucha pena tengo que decir que si volvemos puede que sea, como dice el tango, con la frente marchita.

martes, 22 de noviembre de 2011

EL TRÁFICO EN COLONIA



Después de un año moviéndome en bici por Colonia llevo ya más de 3000 kilómetros y tengo una idea de cómo conducen los coloneses. En general hay que decir que suelen respetar las normas y ser bastante respetuosos con los demás. Pero por supuesto hay de todo y hoy os voy a comentar algunas cosillas que caracterizan a los que se mueven por Colonia en coche.

1. Aparcando: hay zonas de Colonia que son especialmente complicadas para aparcar (como sucede en todas la mayoría de las ciudades), en esas zonas los coloneses lo tienen claro, aparcan donde les da la gana. Encima de las aceras, en el carril bici, en la puerta de las cocheras, y en general en cualquiera lugar donde esté expresamente prohibido. En las fotos podéis ver dos ejemplos tomados el mismo día y en pocos minutos en el camino que tomo desde casa al trabajo.

2. Giro en redondo:  este es el deporte favorito de los coloneses, cuando quieren cambiar de sentido, sin importar donde estén, giran 180 grados y siguen su camino, a veces incluso se suben a la acera, o tienen que hacer varias maniobras para girar completamente. Eso es algo que ocurre muy frecuentemente, si me hubieran dado un euro por cada uno que he visto ya podría haberme pagado un billete de avión ida y vuelta para ir a España.

3. Velocidad:  a los alemanes (sobre todo los hombres) les gustaría ser Sebastian Vettel o Michael Schumacher (que por cierto se pronuncia algo así como "shumaja"). Y lo demuestran con sus coches cada día por las calles de Colonia. Los acelerones en los semáforos son el pan de cada día, aunque luego tengan que frenar a los 200 metros. Será que algunos tramos de autovía no tienen límite de velocidad y se acostumbran a eso... digo yo. Pareciera que la gasolina la regalan, sin embargo la he llegado a ver a más de 1,60 euros el litro de sin plomo "normal".

4. Los modelo de coches: Alemania tiene una de las industrias automovilísticas más importantes del mundo, y eso se nota. Se pueden ver modelos para todos los gustos, aunque la impresión general es que los coches de gama alta son los reyes de las calles. BMW, Mercedes, Audi... de todos los modelos, y motores, y los días soleados los descapotables aparecen por todos lados. Luego tenemos los modelos que más exclusivos: la gama completa de Porsche y muchos Maserati, Ferrari, Lamborgini, y algún que otro Rolls Royce. Finalmente también llaman mucho la atención los modelos antiguos cuidados como si hubieran salido de fábrica, hace poco vi un Rolls Royce y un Jaguar que parecían sacados de "Paseando a Miss Daisy. Y algo común en todos los coches: no tienen ni un golpe y están completamente limpios.

En Alemania (casi como en ningún otro país) el coche es un símbolo de estatus económico. Para que os hagáis una idea, yo me muevo en una bicicleta de 150 euros. 

domingo, 23 de octubre de 2011

VOLANDO VOY




Uno de los inconvenientes de vivir a más de dos mil kilómetros de casa, es que cuando quieres volver, aunque sea de visita, tienes que hacerlo en avión. De todos es sabido que, por suerte, han proliferado las compañías aéreas de bajo coste, que hacen que ir en avión esté al alcance de casi todo el mundo. 

En el aeropuerto de Colonia operan dos compañías baratas, Germanwings y Air-Berlin. La primera de ellas es realmente de bajo coste, mientras que la segunda es notablemente más cara pero sin llegar a los niveles de las compañías convencionales como son Iberia o la alemana Lufthansa. Además tenemos a 50 kilómetros el aeropuerto de Düsseldorf donde, además de las mencionadas, operan otras muchas compañías. 

Hasta ahora para viajar a España habíamos utilizado Germanwings que volaba directo a Madrid por un precio que rondaba los 50 euros por trayecto. Eso implicaba que después teníamos que tomar un tren hasta Córdoba y luego un autobús para Montilla. Sumando todo era sensiblemente más baratos que otras opciones más cómodas como volar hasta Málaga con Air-Berlin. Pero siempre hemos antepuesto la economía a la comodidad. 

Ahora es diferente por dos motivos principales. Uno es que Germanwings ya no vuela a Madrid y los otros destinos que tiene en España nos pillan muy lejos de nuestro destino final. Pero lo que realmente ha marcado la diferencia es la llegada del nuevo miembro de la familia. La próxima navidad será la primera vez que volaremos con un bebé, por eso a la hora de comprar los billetes la condición principal era hacer un vuelo cómodo, directo, que llegue cerca de casa (por ejemplo Málaga) y a unas horas no muy intempestivas. Para cumplir con todo eso y además que no nos saliera muy caro decidimos comprar el vuelo con mucha antelación, tanta como 6 meses. Y así conseguimos un vuelo de tarde, directo a Málaga, desde Colonia con Air-Berlin, volviendo también por la tarde, directo y hasta Colonia. Y todo esto con un precio muy similar (o hasta más barato que con Germanwings).

Todo perfecto sino fuera porque hace unos días recibimos un correo de Air-Berlin diciendo que el horario del vuelo de vuelta había cambiado. Ojalá hubiera cambiado sólo el horario. Nos cambiaron un vuelo directo por otro que iba de Málaga hasta Palma de Mallorca y de ahí cambiar de vuelo para ir de Palma a Colonia. De un vuelo de 3 horas pasamos a unas 6 horas, y haciendo justo lo que no queríamos hacer. El vuelo de ida también nos lo han cambiado, pero por suerte es sólo un retraso de 2 horas.

Siempre te recomiendan reservar con antelación para conseguir buenos precios, sin embargo con Air-Berlin sólo sirve para que te cambien los planes a su conveniencia.

Podría haber sido peor, por lo menos parece que podremos pasar las deseadas vacaciones de navidad en España. A muchos de vosotros esperamos veos en esos días.

jueves, 29 de septiembre de 2011

UN AÑO

2010                                                                 2011 

Ayer 27 de septiembre hizo un año que llegamos a Colonia. Sin lugar a dudas el balance de los 12 primeros meses es muy positivo. Queremos aprovechar esta fecha para agradecer a todos los que visitáis el blog para interesaos por nuestras andanzas en tierras teutonas. Un fuerte abrazo.

jueves, 22 de septiembre de 2011

SPRECHEN SIE ENGLISCH ?


Con un poco de vergüenza hemos de reconocer que después de casi un año en Deutschland (Alemania), no hablamos Deutsch (Alemán). Es cierto que ahora sabemos (o entendemos) mucho más alemán que cuando llegamos, pero nuestro nivel de alemán se me antoja un poco escaso para el tiempo que llevamos aquí.

El principal problema es que lo hemos estudiado (Alcira mucho más que yo) pero no lo practicamos nunca. En el trabajo hablo inglés (aunque sí escucho mucho alemán), entre Alcira y yo hablamos español (pido perdón a los puristas por llamar español a la mezcla entre cordobeeeh y salvadoreño que se escucha en nuestra casa), la tele la vemos en español (aunque nos hemos aficionado a un par de programas alemanes). Y cuando toca salir a comprar o a tomar algo o intentamos que nos atiendan en inglés o bien tenemos la ayuda de Amaury y Elisa que para nuestra suerte siempre nos explican la carta de comidas del sitio donde vayamos.

Para mi orgullo personal he conseguido algunos pequeños logros en el terreno del alemán que me hacen pensar que va a ser verdad que por muy torpe que seas para los idiomas, a fuerza de oir y oir al final acabas por aprender un poco. Estos son mis pequeños triunfos:
- El primero de todos entender cuando me dicen el precio de algo sin tener que mirar a la pantalla de la caja. 
- Pedir algo en una tienda o en un bar y hacerlo todo en alemán. Esto sólo lo consigo si previamente he pensado lo que voy a decir y si el dependiente va al grano y no me habla más de la cuenta.
- Entender cuando alguien te para por la calle y te pregunta algo, y además poder responderle en alemán. Ahí no te lo puedes preparar, te pillan de improviso y te la suelta a bocajarro. Sólo salgo victorioso si la pregunta es corta y sencilla y si la respuesta que tengo que dar también. Últimamente nos pasa mucho porque al ir con el bebé las señoras nos suelen preguntar si es niño o niña y cuánto tiempo tiene. Aunque la primera vez que nos preguntaron, Alcira todavía estaba embarazada y nos pillaron tan desprevenidos que dije que era niña...

Pero quitando esos pocos casos en los que nos atrevemos a decir algunas palabras inconexas en alemán, lo normal es que al ir a alguna tienda, farmacia, médico, o cualquier conversación que requiera más de una frase, utilicemos para comenzar nuestra expresión alemana favorita: Sprechen Sie Englisch? (¿Habla usted inglés?). Lo normal es que nadie diga que sí con rotundidad, quizás con miedo a que al empezar a hablar uno piense que su nivel es muy bajo para haber dicho que sí habla inglés, y la mayoría responden con un ein bisschen (un poco). Aunque cuando hablan se ve que de un bisschen nada, un musschen diría yo.
Mucha gente es reticiente a hablar en inglés; en lo comercios no tienen más remedio ya que si quieren venderte tendrán que ponértelo fácil, pero en otros sitios ya me ha pasado que me digan que no saben inglés, entonces yo me pongo a sacar mis pocas palabras de alemán y entonces sí que me responden en inglés, ¿pero en qué quedamos, sabes o no sabes inglés?

Hasta ahora estamos sobreviviendo sin dominar el alemán, pero nuestro trabajo nos está costando. Todo sería más fácil si lo habláramos. Todavía nos queda tiempo para aprenderlo. Mi consejo para el que se quiera venir aquí es que se vive mucho mejor sabiendo alemán. Así que toca aprender, empecemos por los números: eins, zwei, drei, vier, fünf,...

lunes, 5 de septiembre de 2011

LA FAMILIA Y UNO MÁS


Estas últimas dos semanas Colonia tiene para nosotros un olor diferente al que había tenido hasta ahora. Olor a primeras sensaciones, a cambio de pañal, a insomnio y a llanto. Olores agradables en cualquier caso. 

A partir de ahora vamos a descubrir otra Colonia, viéndola desde la perspectiva del que ve el mundo por primera vez. Disfrutaremos de cosas diferentes y viviremos las conocidas como si fueran nuevas. 

A la aventura de adaptarse a un país que no es el nuestro se sumará otra aventura más apasionante aún y que afrontamos con mucha ilusión y una pizca de miedo.

Nos quedan muchas cosas que contar de esta cuidad tan loca como cosmopolita, y tan extraña como  abierta, pero a partir de ahora lo haremos a tres voces.

martes, 23 de agosto de 2011

LA MADRE DE MI HIJO


Esta entrada de nuestro blog está dedicada a una madre. A una que ha pasado un embarazo en un país que no es el suyo, sin conocer la lengua, sin conocer las costumbres ni cómo funcionaban las cosas, y a muchos kilómetros de gran parte de su familia. A una que ha soportado un parto, después de dos días sin dormir y 24 horas sin comer. Que ha sacado fuerzas que ni siquiera ella sabía que tenía, después de 17 horas de un auténtico calvario para traer a su hijo al mundo.
Hoy quiero dejar constancia de mi admiración hacia ella y decir que tengo la tremenda suerte de que esa madre sea la madre de mi hijo.

sábado, 6 de agosto de 2011

MUSEO DEL CHOCOLATE (SCHOKOLADENMUSEUM)





Uno de los lugares turísticos de Colonia que aún nos quedaba por conocer era el Museo de Chocolate (Schokoladenmuseum) y la visita de mis padres fue la excusa perfecta para tacharlo de la lista.
El museo es de la empresa Lindt y lo cierto es que después de la visita la impresión general es que, a pesar de ser no estar mal, podrían haberlo hecho un poco más interesante.

Lo mejor del museo es sin duda la ubicación. Está justo en la ribera del Rin muy cerca de la catedral y de la parte más antigua de la ciudad, y como parte del museo es acristalado, durante la visita se tiene una vista del río muy parecida a la que se tendría desde un barco que navegue por él. 
La entrada cuesta 7,50 €, y con ella te regalan una  chocolatina. Tiene una primera parte donde explican todo lo relativo al cultivo del cacao, incluso hay un pequeño jardín tropical con las condiciones climáticas necesarias para la planta del cacao. Después se llega a una zona donde se puede ver en funcionamiento la maquinaria para la fabricación del chocolate, donde también hay una fuente de chocolate en la que mojan galletas y las reparten entre los visitantes. 
Después viene la parte de la historia del chocolate, donde se pueden ver desde tradiciones de los pueblos fabricantes de chocolate (principalmente americanos), hasta cómo han ido evolucionando las cajas de bombones. Para finalizar se puede pasar por la tienda del museo donde hay chocolate para dar y tomar, de todas las formas y sabores, aunque un poco caro si lo comparas con los precios que se encuentran en las tiendas.

Para nosotros era visita obligada y no estuvo mal para pasar una mañana de domingo.

viernes, 22 de julio de 2011

COLONIA HUELE A MONTILLA







A pesar de vivir en Colonia (esa cuidad de Alemania que huele tan bien), cuando entramos a nuestro piso es como si atravesaramos una puerta espacio-temporal que nos lleva directamente a España. Una vez allí nos olvidamos del alemán (danke, morgen, entschuldigung) y del ingles (thank you, morning, sorry), allí se habla sólo español, la mayoría del tiempo vemos televisión, series o películas en español, y la comida la hacemos lo más española-salvadoreña que podemos, aunque por supuesto de vez en cuando cae alguna que otra bratwurst (salchicha). 
Pero las últimas dos semanas han sido más españolas todavía ya que hemos tenido la visita de mis padres. Así pues, la puerta espacio-temporal que hay a la entrada de nuestro de piso nos ha llevado durante dos semanas a Montilla.
Con ellos hemos podido compartir el día a día normal de nuestra vida en Colonia y también hemos salido a conocer lo más típico de la ciudad, las zonas turísticas, de compras, parques, museos... Han sido dos semanas muy ajetreadas en las que todos hemos disfrutado y aprendido muchas cosas.
Esperamos que la próxima visita sea pronto, para entonces Colonia tendrá un habitante español más.

lunes, 11 de julio de 2011

KÖLNER LICHTER






El pasado sábado 9 de julio tuvo lugar la 11ª edición del Kölner Lichter, que viene a ser algo así como la noche de los fuegos artificiales de Colonia. La edición del año pasado atrajo a 900.000 personas y supongo que este año habrá sido algo similar. Entre esas personas no nos encontrábamos nosotros ya que hay llegar al lugar con mucho tiempo de antelación y estar mucho rato de pie, y eso es algo que no está indicado para una embarazada de más de 7 meses. Así que lo vimos plácidamente en la televisión desde el sillón de casa. Aún así queremos explicaos cómo es este evento, uno de los más espectaculares del verano de Colonia.

Todo tiene lugar en el río (el Rin) y alrededor de éste junto a la catedral (Dom) y junto a uno de los parques más bonito de Alemania (Rhinepark). El evento central son los fuegos artificiales que se tiran desde el mismo río, desde la orilla y desde edificios cercanos. Empiezan a tirarlos alrededor de las 22:00 de la noche y están más de dos horas sin parar. Fuegos artificiales de muchos tipos y colores mientras la gente que se congrega en la orilla del río para verlos encienden miles de bengalas. A todo esto hay que unir que los edificios que están en la rivera del río tienen una iluminación especial para esa noche, incluida la catedral y los puentes.

Al tiempo que lanzan los fuegos artificiales, el río se llena de barcos iluminados con luces de colores en los que uno puede reservar una plaza para tener una vista privilegiada del espectáculo mientras cenas, todo ello por unos 100 € por persona.

Pero ese día la fiesta empieza mucho antes de las 22:00 de la noche, con música en directo, competición de remo, circo, etc.

Os dejamos unas cuantas fotos para que os hagáis una idea de cómo es. A nosotros nos dio mucha pena no poder verlo en directo, pero lo intentaremos el año que viene, ya que todo el mundo dice que es impresionante.


sábado, 25 de junio de 2011

COSAS DEL DÍA A DÍA (I). EL SUPERMERCADO






Hacer compras aquí no es difícil, en general uno mete en el carro lo que quiere y al llegar a la caja lo paga y listo. No hace falta mucho alemán para eso. Pero hasta en algo tan simple hay variaciones respecto a lo que estamos acostumbrados.

En casi todos los barrios de Colonia uno puede encontrar varios supermercado de los más populares de Alemania, que son Aldi, Netto, Penny y Lidl. En general son supermercados donde uno puede comprar barato y donde uno puede encontrar básicamente comida pero también ofertas de otras muchas cosas desde ordenadores hasta sillas de jardín. Además también hay hipermercados tipo Carrefour o WalMart que aquí son REAL. 

Nosotros vamos normalmente al Aldi ya que lo tenemos muy cerca, pero el problema de este supermercado es que uno llega con una lista pero nunca se sabe si vas a encontrar lo que necesitas o no ya que no tienen siempre las mismas cosas. Además sólo tienen productos de su marca y poco más. Y por si fuera poco no hay muchos productos de limpieza e higiene personal con lo cual cada cierto tiempo nos toca ir bien al REAL o a una droguería de la que ya hemos hablado en otras ocasiones (dm).
Pero este problema no es único del Aldi sino general en los demás supermercados, y eso hace que los sábados (día de compra) se convierta en una peregrinación de supermercado en supermercado para hacer la compra de la semana. Sin ir más lejos el sábado pasado tuvimos que ir a cuatro sitios diferentes: uno para la compra general, otro para fruta y verdura, otro para cosas de limpieza y otro para comprar cerveza (habíamos invitado a unos amigos a cenar). Al final acabas mareado de ir de un lado para otro y de buscar entre las estanterías lo que necesitas.

Algunas cosas curiosas al ir a comprar son:

Las bolsas: aquí hace tiempo que no dan bolsas sino que las cobran, con lo cual todo el mundo va con sus bolsas de casa, o como en nuestro caso con bolsas y mochilas.

El pfand: ¿eso qué es? eso es un impuesto revolucionario que te cobran cada vez que compras una botella de plástico. Además del precio de la bebida, uno paga 25 céntimos extra por el envase que te devuelven al devolver el envase. Así que cuando vamos al supermercado las bolsas y mochilas que llevamos no van vacías sino llenas de botellas de plástico. Cuando llegamos al supermercado metemos las botellas en unas máquinas que hay a la entrada que te dan un tíquet con la cantidad de botellas (y de dinero) que has llevado y que luego te lo descuentan en la caja del supermercado al salir. Eso hace que no tiremos ni una botella de plástico a la basura, pero también hace que haya gente que va por la calle mirando en cada papelera para ver si encuentran botellas vacías para llevar al supermercado.
Estos alemanes creerán que han descubierto la pólvora pero de pequeño ya llevaba las botellas vacías a la tienda para que me dieran unas pesetillas.

La fruta y verdura: es del tipo sírvase usted mismo, están las cajas con frutas y verduras y  están las bolsas para meterlas, así que todo fácil, agarras la bolsa metes lo que quieras comprar y ¿donde lo peso? No hay peso por ningún lado. Para nosotros lo normal era pesar cada bolsa de fruta o verdura, ponerle una pegatina con el código de barras y el precio y pagarlo en la caja. Así que estuvimos varias semanas hasta darnos cuenta de cómo era la cosa, sólo hubo que vigilar a la gente y ver cómo pesaban y pagaban las verduras... y resulta que en la caja misma te lo pesan y te lo cobran. ¿Quién lo habría dicho? Pero claro nosotros no queríamos llegar a la caja con la verdura sin pesar por si la cajera se nos ponía a decir que si hay que pesarlo, que si la bolsa no tiene pegatina... y en alemán... que a ver quién se enteraba de algo al principio (ahora no es que sepamos mucho pero alguna palabra suelta sí). Por si fuera poco hay un supermercado en que sí hay pesos en la zona de la fruta y verdura, pero es sólo para saber cuánto has cogido porque la pegatina con el precio no sale por ningún lado... y claro así no había quien se aclarase.

En la caja: aquí la caja no es el sitio donde metes las cosas en bolsas, para eso hay unas mesas donde una vez que has pagado puedes meter tus cosas en tus bolsas y tardar todo lo que quieras. Pero mientras la cajera te va pasando las cosas tienes que meterlas de nuevo en la carreta, y rapidito que las cajeras alemanas están entrenadas para pasar un producto por segundo. Alcira se lo toma con filosofía pero para mi es un agobio, meter las cosas, pagar, ¿con tarjeta o efectivo?, pon el número secreto, tome su tarjeta y su tíquet... schones wochenende... 

Pero bueno hay que comer y para eso hay que comprar, así que seguiremos yendo al Aldi cargados con nuestras mochilas.