sábado, 25 de junio de 2011

COSAS DEL DÍA A DÍA (I). EL SUPERMERCADO






Hacer compras aquí no es difícil, en general uno mete en el carro lo que quiere y al llegar a la caja lo paga y listo. No hace falta mucho alemán para eso. Pero hasta en algo tan simple hay variaciones respecto a lo que estamos acostumbrados.

En casi todos los barrios de Colonia uno puede encontrar varios supermercado de los más populares de Alemania, que son Aldi, Netto, Penny y Lidl. En general son supermercados donde uno puede comprar barato y donde uno puede encontrar básicamente comida pero también ofertas de otras muchas cosas desde ordenadores hasta sillas de jardín. Además también hay hipermercados tipo Carrefour o WalMart que aquí son REAL. 

Nosotros vamos normalmente al Aldi ya que lo tenemos muy cerca, pero el problema de este supermercado es que uno llega con una lista pero nunca se sabe si vas a encontrar lo que necesitas o no ya que no tienen siempre las mismas cosas. Además sólo tienen productos de su marca y poco más. Y por si fuera poco no hay muchos productos de limpieza e higiene personal con lo cual cada cierto tiempo nos toca ir bien al REAL o a una droguería de la que ya hemos hablado en otras ocasiones (dm).
Pero este problema no es único del Aldi sino general en los demás supermercados, y eso hace que los sábados (día de compra) se convierta en una peregrinación de supermercado en supermercado para hacer la compra de la semana. Sin ir más lejos el sábado pasado tuvimos que ir a cuatro sitios diferentes: uno para la compra general, otro para fruta y verdura, otro para cosas de limpieza y otro para comprar cerveza (habíamos invitado a unos amigos a cenar). Al final acabas mareado de ir de un lado para otro y de buscar entre las estanterías lo que necesitas.

Algunas cosas curiosas al ir a comprar son:

Las bolsas: aquí hace tiempo que no dan bolsas sino que las cobran, con lo cual todo el mundo va con sus bolsas de casa, o como en nuestro caso con bolsas y mochilas.

El pfand: ¿eso qué es? eso es un impuesto revolucionario que te cobran cada vez que compras una botella de plástico. Además del precio de la bebida, uno paga 25 céntimos extra por el envase que te devuelven al devolver el envase. Así que cuando vamos al supermercado las bolsas y mochilas que llevamos no van vacías sino llenas de botellas de plástico. Cuando llegamos al supermercado metemos las botellas en unas máquinas que hay a la entrada que te dan un tíquet con la cantidad de botellas (y de dinero) que has llevado y que luego te lo descuentan en la caja del supermercado al salir. Eso hace que no tiremos ni una botella de plástico a la basura, pero también hace que haya gente que va por la calle mirando en cada papelera para ver si encuentran botellas vacías para llevar al supermercado.
Estos alemanes creerán que han descubierto la pólvora pero de pequeño ya llevaba las botellas vacías a la tienda para que me dieran unas pesetillas.

La fruta y verdura: es del tipo sírvase usted mismo, están las cajas con frutas y verduras y  están las bolsas para meterlas, así que todo fácil, agarras la bolsa metes lo que quieras comprar y ¿donde lo peso? No hay peso por ningún lado. Para nosotros lo normal era pesar cada bolsa de fruta o verdura, ponerle una pegatina con el código de barras y el precio y pagarlo en la caja. Así que estuvimos varias semanas hasta darnos cuenta de cómo era la cosa, sólo hubo que vigilar a la gente y ver cómo pesaban y pagaban las verduras... y resulta que en la caja misma te lo pesan y te lo cobran. ¿Quién lo habría dicho? Pero claro nosotros no queríamos llegar a la caja con la verdura sin pesar por si la cajera se nos ponía a decir que si hay que pesarlo, que si la bolsa no tiene pegatina... y en alemán... que a ver quién se enteraba de algo al principio (ahora no es que sepamos mucho pero alguna palabra suelta sí). Por si fuera poco hay un supermercado en que sí hay pesos en la zona de la fruta y verdura, pero es sólo para saber cuánto has cogido porque la pegatina con el precio no sale por ningún lado... y claro así no había quien se aclarase.

En la caja: aquí la caja no es el sitio donde metes las cosas en bolsas, para eso hay unas mesas donde una vez que has pagado puedes meter tus cosas en tus bolsas y tardar todo lo que quieras. Pero mientras la cajera te va pasando las cosas tienes que meterlas de nuevo en la carreta, y rapidito que las cajeras alemanas están entrenadas para pasar un producto por segundo. Alcira se lo toma con filosofía pero para mi es un agobio, meter las cosas, pagar, ¿con tarjeta o efectivo?, pon el número secreto, tome su tarjeta y su tíquet... schones wochenende... 

Pero bueno hay que comer y para eso hay que comprar, así que seguiremos yendo al Aldi cargados con nuestras mochilas. 

miércoles, 15 de junio de 2011

DU WICHSER!


Estupefacto me hallo después de lo que me ha pasado hoy. Una señora de unos 50 años me ha sacado el dedo (véase la imagen para hacerse una idea) cuando iba cruzando la calle en mi bici. He de aclarar que ella también iba en bici y venía cruzando en sentido contrario al mío, y justo cuando nos cruzamos... zas!!! dedazo. No me caí de la bici de la impresión de milagro. ¿Qué le había hecho yo a esa señora para que me hiciera eso? 
¿Estaba cruzando con el semáforo en rojo? No
¿Quizás invadí su zona y casi chocamos? No
¿Iba yo cruzando por el lado de los peatones? No

La "buena" señora me sacó el dedo porque pensó que yo iba en dirección contraria. Sí, así es. Aquí, en teoría las bicis sólo deben circular por el carril bici de la acera de la derecha, y digo en teoría porque a diario me cruzo con muchísimas y muchísimos ciclistos y ciclistas (esto va por ti Bibiana) que van en sentido contrario. Que por mi pueden ir por ahí siempre que dejen espacio para que yo pueda pasar, y normalmente lo dejan. Yo hasta ahora nunca les he dicho nada.

Lo peor de la situación es que justamente yo estaba cruzando para no ir en contradirección, me había chupado dos semáforos para ir por mi sitio y que nadie me pudiera decir nada. Que además es lo que hago todos los días, voy por un camino más largo y me tengo que parar en varios semáforos sólo para ir por el camino correcto mientras me cruzo con un montón de gente que va en dirección contraria; y va la tía me saca el dedo por querer cruzar a mi sitio... pero vamos a ver señora ¿cómo cruzo? ¿volando?

Y lo malo es que me lo hizo cuando estaba justamente a mi altura y ya no me dio tiempo a reaccionar, aunque de todas maneras en alemán poco podría haberle dicho. Porque eso sí, era alemana, su pelo rubio, su piel blanca y esos rasgos que no sé cómo describirlos, la delataron. 
Hasta ahora yo pensaba: los alemanes no son tan eficientes como creía, no son tan organizados, ni tan cumplidores, no son muy cuidadosos con la comida (véase dioxinas y soja asesina) y no aceptan las culpas sino que se las echan a los demás, pero al menos son educados. Bueno pues esta señora me hace poner en cuarentena lo de educados. Y no digo directamente que son maleducados porque no es cierto, la gente con la que nos hemos encontrado han sido normalmente muy amable y dispuestos siempre a ayudar. 

Espero no toparme otra vez con la susodicha señora, porque esta vez voy preparado, ya me he aprendido algún insulto en alemán para al menos quedarme a gusto. ¿Cuál es el insulto? En el título de esta entrada tenéis la respuesta.

sábado, 4 de junio de 2011

SPANISCHE GURKEN


En estos días hemos aprendido una nueva palabra en alemán Gurke = Pepino, o en plural Gurken = Pepinos. Y supongo que todos sabréis por qué.
Por suerte nosotros vivimos en el centro-oeste de Alemania y el problema más grave está en el norte alrededor de Hamburgo. 
Desde que estamos aquí (unos 8 meses) ya hemos vivido dos alertas alimentarias. La primera fue con la contaminación de dioxina en pollo y huevos, y ahora la famosa bacteria Escherichia coli enterohemorrágica. Y esto es demasiado para un país que no sólo es de lo más desarrollados del mundo, sino que tiene fama de buena organización y de hacer las cosas bien. Aunque como ya hemos dicho antes en otras entradas "Alemania ya no es lo que era".
Hay varias cosas a tener en cuenta sobre Alemania que explican en parte esta "crisis de los pepinos":
- Alemania importa la gran mayoría de frutas y verduras que consumen. Aquí hay muy pocos cultivos y los países que más frutas y verduras importan son España, Italia, Holanda y Francia.
- Muchos alemanas son fan de todo lo BIO. Es decir, de las cosas "naturales" y "biológicas". Las frutas, verduras, carnes (y hasta ropa) que han sido producidos de forma "biológica" tienen la etiqueta "BIO" bien grande, y por supuesto son más caros. Y claro como son BIO y son tan naturales ¿para qué lavar las frutas y verduras antes de comerlas? No se dan cuenta que al ser BIO no se usan fertilizantes de síntesis (lo que llamaríamos químicos) sino que se usan fertilizantes "naturales", es decir estiércol. Así que razón de más para lavarlo todo muy bien.

Cuando aparecieron los primeros problemas por la E. coli y murieron las primeras personas en Alemania, las autoridades entraron en pánico. Algo estaba pasando, había gente que se moría en la zona norte de Alemania y no sabían por qué. Al ser infección por E. coli todo apunta a un problema alimentario, eso es algo muy grave y las autoridades alemanas no se podían permitir el lujo de tardar mucho en encontrar el problema, así que hicieron lo más fácil que es echar la culpa a otro (porque para algunos alemanes está claro que algo así no puede pasar por un fallo de aquí).
Ya todos sabemos lo que dijeron de los pepinos españoles, señalaron un culpable que no lo era y además hicieron que la gente no quisiera comer nada que viniera de España y que las tiendas quitaran todo lo español y lo dejaran bien clarito con carteles como el que se ve en la foto.

Ahora lo justifican diciendo que ante una alerta sanitaria de ese calibre la salud de la gente está por encima de las pérdidas económicas. Pero en realidad lo que consiguieron fue que la gente se siguiera infectando ya que al pensar que evitando los productos españoles estarían a salvo, siguieron consumiendo tranquilamente el verdadero causante del problema.
Los enfermos han seguido creciendo y a fecha de hoy todavía no saben qué puede ser. Ahora dicen que no sólo las verduras (ya no dicen de dónde) pueden ser responsables, sino también están analizando todo lo que se coma sin cocinar, leche fresca, queso y hasta agua embotellada.

En fin, así funcionan las cosas aquí. En uno de lo países más desarrollados y prepotentes del mundo.