miércoles, 15 de junio de 2011

DU WICHSER!


Estupefacto me hallo después de lo que me ha pasado hoy. Una señora de unos 50 años me ha sacado el dedo (véase la imagen para hacerse una idea) cuando iba cruzando la calle en mi bici. He de aclarar que ella también iba en bici y venía cruzando en sentido contrario al mío, y justo cuando nos cruzamos... zas!!! dedazo. No me caí de la bici de la impresión de milagro. ¿Qué le había hecho yo a esa señora para que me hiciera eso? 
¿Estaba cruzando con el semáforo en rojo? No
¿Quizás invadí su zona y casi chocamos? No
¿Iba yo cruzando por el lado de los peatones? No

La "buena" señora me sacó el dedo porque pensó que yo iba en dirección contraria. Sí, así es. Aquí, en teoría las bicis sólo deben circular por el carril bici de la acera de la derecha, y digo en teoría porque a diario me cruzo con muchísimas y muchísimos ciclistos y ciclistas (esto va por ti Bibiana) que van en sentido contrario. Que por mi pueden ir por ahí siempre que dejen espacio para que yo pueda pasar, y normalmente lo dejan. Yo hasta ahora nunca les he dicho nada.

Lo peor de la situación es que justamente yo estaba cruzando para no ir en contradirección, me había chupado dos semáforos para ir por mi sitio y que nadie me pudiera decir nada. Que además es lo que hago todos los días, voy por un camino más largo y me tengo que parar en varios semáforos sólo para ir por el camino correcto mientras me cruzo con un montón de gente que va en dirección contraria; y va la tía me saca el dedo por querer cruzar a mi sitio... pero vamos a ver señora ¿cómo cruzo? ¿volando?

Y lo malo es que me lo hizo cuando estaba justamente a mi altura y ya no me dio tiempo a reaccionar, aunque de todas maneras en alemán poco podría haberle dicho. Porque eso sí, era alemana, su pelo rubio, su piel blanca y esos rasgos que no sé cómo describirlos, la delataron. 
Hasta ahora yo pensaba: los alemanes no son tan eficientes como creía, no son tan organizados, ni tan cumplidores, no son muy cuidadosos con la comida (véase dioxinas y soja asesina) y no aceptan las culpas sino que se las echan a los demás, pero al menos son educados. Bueno pues esta señora me hace poner en cuarentena lo de educados. Y no digo directamente que son maleducados porque no es cierto, la gente con la que nos hemos encontrado han sido normalmente muy amable y dispuestos siempre a ayudar. 

Espero no toparme otra vez con la susodicha señora, porque esta vez voy preparado, ya me he aprendido algún insulto en alemán para al menos quedarme a gusto. ¿Cuál es el insulto? En el título de esta entrada tenéis la respuesta.

4 comentarios:

  1. Manolo, Manolo, que susceptible. ¿Te pillo en uno de esos días? jejeje. Una peineta bien hecha, ¿no será una forma de saludar a la alemana? a lo mejora ahora tienes que ir por el carril bici saludando así.
    JAJAJA

    ResponderEliminar
  2. Por si acaso yo seguiré saludando como hasta ahora, levantando todos los dedos y mostrando la palma de la mano. Eso sí, sólo a quien conozca, porque visto lo visto mejor no dar pie a malos entendidos. Estos Alemanes... son otra cultura, hay que respetarlos ;)

    ResponderEliminar
  3. Irma me alegro que te guste. Intentaré convencer a Alcira para que ella también ponga alguna entrada. Muchos saludos ;)

    ResponderEliminar